Los que tengan el privilegio de visitar los camarotes se quedarán maravillados ya que casi toda la estructura está recubierta de metales preciosos. Un acuario de oro y una botella de licor de diamantes son dos ejemplos de esto. Por si fuera poco, el diseñador ha querido dar un toque original a su creación y en una de las paredes del camarote se ha utilizado huesos de Tiranosaurio Rex y rocas de meteoritos.
Del magnate malasio no sabemos quién es oficialmente aunque algunas publicaciones apuntan a que se trata de Robert Kuok, persona que se hizo rica gracias al negocio del azúcar y ampliando su negocio a otros sectores.
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