El mobiliario como gran aderezo

El interiorismo no tiene por qué ir ligado necesariamente a reformas. También puede sustentarse en el mobiliario. Como demuestra la profesional Beatriz López Vilalta, del estudio Batavia, en sus obras: "El contenido es tan importante o más que el continente". Una doctrina que refleja en Casa 36 Aravaca, uno de sus últimos proyectos.
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Según la filosofía de López Vilalta,"no siempre podemos tener la vivienda deseada, pero sí podemos sentirnos bien en cualquier casa con un buen diseño de interiores". Ella lo ha experimentado en primera persona. "He vivido en muchos pisos alquilados y siempre he conseguido crear espacios agradables partiendo, en muchas ocasiones, de inmuebles horribles".
Esta interiorista admite que llegó "por casualidad" al mundo profesional donde reside hoy. "Siempre me ha interesado la arquitectura, el mobiliario y viajar", afirma. Tres aficiones sobre las que ha forjado la cara de su interiorismo: reformas sólo como soluciones arquitectónicas, maximización de la luz natural y vinculación plena entre los muebles y los espacios.

Casa 36 Aravaca

Casa 36 Aravaca, un ático con jardín levantado en 2008 por Ábaton, respeta estos parámetros al milímetro. "Entramos en la vivienda cuando estaba acabada y su buena arquitectura no necesitaba un gran trabajo de interiorismo. Bastaba con una distribución y mobiliario adecuado", recuerda. La creación de un altillo en el salón y su escalera, la única obra pos construcción.
Cima de un edificio circular, planteaba retos desde el punto de vista de la distribución
Un ático que también planteaba retos importantes sobre todo desde el punto de vista de la distribución al estar coronando un edificio circular. Desafíos que en este caso pasaban por el mobiliario, siempre tan presente y selectivo en los proyectos de López Vilalta. "Una de las paredes del salón era curva y por ello opté por colocar un sofá Mate de MDF que permite hacer ángulos de más de 90 grados adaptable a la forma de la pared".
Esta pieza es fiel ejemplo del amplio surtido de soluciones mobiliarias de Batavia, que ha ido adaptándose al paso del tiempo. "Cuando me incorporé al estudio, la marca era referencia en muebles antiguos orientales. Después, el reto ha sido ir incorporando el 'danish desing' de los 50, marcas de diseño internacional e ir avanzandocomo lo hacían los clientes para ofrecerles unos interiores de plena armonía entre estilos tan diferentes".

'Lo que está de moda, pasa de moda'

Unos clientes que pertenecen, como apunta López Vilalta, a un nivel económico medio alto, muchos extranjeros, y están bastante al día de las tendencias, capaces de reconocer marcas y piezas especiales. Aunque, como recalca la interiorista nacida en Barcelona, tanto ella como el equipo que la rodea no cree demasiado en las modas. "Lo que está de moda, pasa de moda. Nosotros creemos en las cosas con las que un propietario puede convivir el resto de su vida".
'Cuando tienes que sacar adelante una obra y no hay química con el propietario todo es muy complicado'
Pero en sus trabajos no sólo juega un papel fundamental su buen hacer. Los clientes y su disposición a colaborar también son piedra angular. "Cuando tienes que sacar adelante una obra y no hay química con el propietario todo es muy complicado. El secreto de un buen proyecto depende enormemente de quien lo va a disfrutar. Un buen cliente mejora sustancialmente el resultado final".
López Vilalta, mirando a la delicada situación económica por la que atraviesa el país, celebra el final de la frivolidad creativa. "Muchas tiendas y profesionales han desaparecido con la crisis, que ha saneado este sector al igual que la mayoría. Se ha terminado con 'el todo vale' que tanto daño ha hecho no sólo al diseño de interiores y a la arquitectura sino a todo en general", denuncia. Para ella, al margen de la recesión, "el éxito reside en el trabajo bien hecho y estar siempre al día".

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